Capital de Uruguay, la ciudad de Montevideo (1.300.000 habitantes) es mundialmente conocida por haber desarrollado políticas pioneras en materia de vivienda. Fruto del dinamismo de su sociedad civil , este movimiento encara su medio siglo de historia con una reforzada cooperación con las autoridades locales de la ciudad, lo que asegura su sostenibilidad para años venideros. Fue precisamente en razón de este sólido compromiso con el Derecho a la Vivienda que Montevideo decidió sumarse a The Shift, un movimiento internacional promovido por la Relatora Especial de la ONU sobre Vivienda Adecuada Leilani Farha.
A efectos de conocer más sobre cómo Montevideo trabaja para garantizar el Derecho a la Vivienda de sus habitantes la Comisión entrevistó a su Directora de Desarrollo Urbano, Silvana Pissano, en ocasión del Encuentro de Barcelona sobre Derecho a la Vivienda de 2017.
¿De qué modo entiende Montevideo el Derecho a la Vivienda y el Derecho a la Ciudad?
Montevideo, como gobierno capitalino y comprometido con la justicia social y los derechos de la gente, desarrolla una política clara para acercar cada vez más el derecho a la ciudad y a la vivienda a sus habitantes, enfocándolo sobre todo en la cuestión del acceso al suelo urbano. Montevideo es una ciudad extendida que no ha crecido en población en los últimos años y sin embargo ha vivido un proceso propio del sistema capitalista de expulsión de su gente humilde hacía las periferias. Preocupado por este proceso socio-territorial y ubicando siempre a la gente en primer lugar, la ciudad trata de desarrollar herramientas para que las personas puedan acceder al suelo urbano.
Hablar de suelo urbano es hablar justamente del derecho a la ciudad; facilitando suelo vacante existente en pleno Montevideo para que sus habitantes desarrollen iniciativas de vivienda permite que estos accedan a todos los recursos y bienes de la ciudad, como el transporte, agua, saneamiento, espacio público. Esto es esencial para tener una ciudad igualitaria y democrática.
¿Qué mecanismos concretos implementa su ciudad para realizar estos derechos?
El municipio dispone de un instrumento importante con 26 años de historia, que es la cartera de tierras, donde se dispone de suelo urbano para desarrollar programas de relocalización, cooperativas de vivienda o programas financiados por el gobierno nacional. Cabe recordar que el nivel estatal es al final el organismo rector de las políticas habitacionales, pero que gracias a la co-ejecución y cooperación multinivel entre gobierno nacional y departamental, las familias pueden acceder a vivienda digna que les permita quedarse en Montevideo.
La cartera de tierras es un instrumento que se retroalimenta con la posibilidad de incorporar fincas abandonadas con licitaciones de compra de tierra. Mediante procesos participativos, la federación de cooperativas también puede acceder a ella mediante préstamos.
¿Qué retos encuentra en este proceso?
Se trata de consolidar cada vez más el instrumento, a la par que adaptarlo a las nuevas necesidades y seguir aumentando la disponibilidad de suelo urbano para que más personas puedan acceder. A su vez tenemos también otro instrumento, que se llama Fondo Especial de Gestión Urbana, el FEGUR, que capta las plusvalías urbanas. Esto nos permite un aprovechamiento de los desarrollos y emprendimientos urbanos realizados a nivel local, a la par que también retroalimenta la posibilidad de generar nuevas urbanizaciones y captar tierras.
Es en síntesis un mecanismo impositivo que contribuye a la financiación de la política de vivienda del gobierno departamental. Implementar este mecanismo no fue fácil; sin embargo, forma parte de nuestro compromiso para achicar estas brechas entre los derechos y la realidad.
En 2018, Montevideo organizó un taller internacional sobre el papel de los derechos humanos en la definición de su agenda urbana local.
¿Qué espera Montevideo en aliarse en The Shift, así como con otras ciudades de CGLU para trabajar por el Derecho a la Vivienda?
Sustantivamente, unirse en una red regional o global para el Derecho a la Vivienda y el Derecho a la Ciudad nos fortalece para realizar nuestro compromiso en encarar el tema de la vida desde una perspectiva de derechos. Unir esfuerzos, expectativas, transferencias de experiencias… esto consolida estos compromisos para hacerlos sustantivos y poder llegar a más gente.
Para Montevideo es sin lugar a dudas importante.