El pasado 22 de julio, más de 50 representantes de gobiernos locales y regionales, organizaciones de la sociedad civil, academia y mecanismos de derechos humanos de Naciones Unidas se reunieron en la sede del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OHCHR) en Ginebra. Este diálogo de alto nivel reafirmó un principio fundamental: la verdadera protección de los derechos humanos comienza en lo local.
En sus palabras de introducción, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, destacó el papel transformador de los gobiernos locales y regionales en la construcción de “una alternativa a la política, una oportunidad de inclusión, diversidad, multiculturalidad y un futuro para la política de la bondad”.
Un hito fundamental: presentación del Marco de orientación para la construcción de una ciudad de derechos humanos
En el centro del evento estuvo la presentación del Marco de orientación para la construcción de una ciudad de derechos humanos, un documento co-desarrollado con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR) y consolidado a partir de la experiencia de gobiernos locales pioneros en derechos humanos.
Este marco identifica los pilares clave para aterrizar los derechos humanos en la política local:
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Fundamentos políticos y legales
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Estructuras institucionales
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Herramientas operativas
Como señaló la Secretaria General de UCLG, Emilia Saiz:
“Este marco ofrece los pasos y herramientas para hacer de los derechos humanos una realidad en nuestras ciudades.”
Consulte el marco de orientación aquí (disponible solo en inglés)
Los gobiernos locales como garantes y pioneros de los derechos
Desde La Haya, Barcelona, Santa Fe, Winnipeg, Gdansk, Quilmes, Rosario, Grigny, Banjul o São Paulo, líderes locales compartieron cómo están impulsando políticas públicas pioneras en derechos humanos. Sus intervenciones demostraron que las ciudades no solo actúan como garantes del marco universal, sino que también están construyendo una nueva generación de derechos, colocando en el centro los cuidados, la democracia local y el antirracismo. Estos elementos se articulan en torno a una provisión renovada de servicios públicos, impulsada por el movimiento municipalista representado por CGLU.
Poner los cuidados al centro de las políticas de derechos humanos
Las políticas de cuidados y la perspectiva de género fueron centrales en el debate. Se destacó el liderazgo de nuestra co-presidencia Seine-Saint-Denis, con el primer Observatorio de Violencias contra las Mujeres en Francia, que, basado en la solidaridad y la cooperación internacional, hoy inspira experiencias similares en Palestina y Camerún. Desde Quilmes, Gdansk, Rosario, Barcelona y Sao Paulo se compartieron políticas locales de igualdad, combate a la violencia de género, atención a personas migrantes, y promoción de los derechos LGBTIQA+.
Se reafirmó una visión compartida: una economía que valora el cuidado y mide el crecimiento por el bienestar de las personas, no por el PIB.
Políticas para impulsar el antirracismo
Delegaciones de ciudades como Nueva York y Sao Paulo compartieron estrategias para combatir el racismo estructural desde lo local:
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Campañas educativas
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Organismos antidiscriminación
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Acceso equitativo al empleo (como la cuota del 20% para personas negras en Sao Paulo)
Democracia local y participación ciudadana
El fortalecimiento de la democracia local fue otro eje del diálogo. Se compartieron experiencias sobre descentralización territorial (Santa Fe), modelos participativos (Gdansk) y la importancia de reconocer el papel de las comunidades activas en la defensa de los derechos.
Economía basada en derechos y contratación pública responsable
El diálogo visibilizó el potencial transformador de la contratación pública para los derechos humanos. Barcelona y Utrecht mostraron cómo aplican criterios de derechos humanos en sus procesos de contratación, incluso a nivel internacional. Ambas ciudades rompen vínculos con empresas involucradas en violaciones de derechos, y promueven una economía social con dignidad y justicia en el centro.
Desde Winnipeg se subrayó la importancia de integrar a comunidades indígenas en la economía local y desarrollar mecanismos de contratación justos y sostenibles.
Ventajas comparativas de los gobiernos locales para implementar los derechos humanos
Durante el evento, el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, Olivier De Schutter, destacó los elementos que colocan a los gobiernos locales y regionales en una posición estratégica no solo para implementar, sino también para innovar en la realización efectiva de los derechos humanos. Su cercanía con la ciudadanía y su capacidad de acción directa hacen de los gobiernos locales actores clave para impulsar una provisión de servicios públicos renovada, centrada en los derechos humanos.
Entre sus ventajas comparativas, se señalaron:
- Agilidad: Las ciudades tienen una capacidad de adaptación única y pueden responder con mayor rapidez que los niveles nacionales, especialmente en contextos de crisis.
- Participación pública: Los gobiernos locales están mejor posicionados para involucrar directamente a la ciudadanía en el diseño, implementación y seguimiento de las políticas públicas.
- Coordinación: La implementación de derechos económicos y sociales requiere de una coordinación intersectorial más eficaz, algo que es más alcanzable a nivel local.
- Experimentación: En algunas ciudades, como en Francia, el derecho a la experimentación está reconocido en la legislación local, permitiendo probar nuevas formas de garantizar derechos.
Por estas razones, los gobiernos locales se encuentran en la primera línea de innovación democrática y social, haciendo de los derechos humanos una realidad concreta para todas las personas.
Retos comunes: financiación, competencias y cooperación multinivel
Varios líderes coincidieron en que sin competencias adecuadas y financiación suficiente, los derechos no se garantizan. La autonomía fiscal, el trabajo conjunto entre niveles de gobierno y el apoyo de organismos internacionales fueron identificados como condiciones clave para avanzar.
Desde SALGA, se reforzó la necesidad de acompañamiento a autoridades locales en procesos de formación y articulación. Se planteó también la necesidad de crear mecanismos de acreditación y reconocimiento para las Ciudades de Derechos Humanos, que aporten legitimidad y visibilidad a este modelo de gobernanza.
Un llamado político a la audacia, la cooperación y la acción colectiva
El evento cerró con un poderoso llamado de parte de nuestro co-presidente Philippe Rio, alcalde de Grigny:
“El camino hacia un multilateralismo renovado e inclusivo exige aún más audacia, cooperación y resistencia”.
Únase a nuestra campaña gobal: “10, 100, 1.000 Ciudades y Territorios de Derechos Humanos para 2030”
Este encuentro marca un nuevo paso en la consolidación del movimiento global de Ciudades y Territorios de Derechos Humanos. Invitamos a más gobiernos locales a sumarse a la campaña y trabajar juntos por un multilateralismo más inclusivo, en el que se reconozca el papel clave de los gobiernos locales y regionales para proteger la dignidad de todas las personas desde lo local.
Si desea unirse a la campaña, póngase en contacto con el Secretariado Ejecutivo de la CISDPDH en: [email protected]
Reunión preparatoria del movimiento global de Ciudades de Derechos Humanos
El evento estuvo precedido por una reunión preparatoria con más de 20 actores clave del movimiento global de Ciudades de Derechos Humanos, celebrada el 21 de julio en el Palacio de las Naciones, sede del ACNUDH.
Desde nuestra copresidencia de Gwangju, representada por el Prof. Gyonggu Shin, hasta representantes como Marta Siciarek (Asociación de Ciudades Polacas), Shams Asadi (Directora de la Oficina de Derechos Humanos de Viena) y Morten Kjaerum (Instituto Raoul Wallenberg), los participantes compartieron buenas prácticas para la implementación local de los derechos humanos.
El encuentro permitió también identificar retos comunes y abrir nuevas vías de colaboración. Como punto destacado, se planteó la posibilidad de dar continuidad a este diálogo en el marco del próximo Foro de Ciudades de Derechos Humanos de Gwangju, previsto para 2026.
"De las realidades locales a la responsabilidad global: la incorporación de los gobiernos locales y regionales en la presentación de informes y la aplicación de los derechos humanos"
Este fue el título del taller que tuvo lugar el 23 de julio en Ginebra y que exploró cómo los Mecanismos Nacionales de Implementación, Reporte y Seguimiento (NMIRF, por sus siglas en inglés) pueden actuar como puentes entre los estándares internacionales de derechos humanos y las realidades del territorio.
La sesión reunió a más de 100 participantes —entre representantes de gobiernos locales y regionales, redes de ciudades, sociedad civil, expertos independientes y agencias de Naciones Unidas— para analizar cómo incluir a los LRGs en el monitoreo de derechos humanos.
Se compartieron experiencias de más de 40 países, destacando que reconocer a los gobiernos locales como co-titulares del ciclo de monitoreo no solo es una cuestión de justicia, sino también de eficacia institucional.
Lea el resumen de la reunión en este enlace (disponible en inglés)