En los últimos meses, el Ayuntamiento de Madrid ha impulsado distintas iniciativas en los ámbitos de la participación política, la transparencia y los derechos humanos que ya han traspasado fronteras, pues están sirviendo de inspiración para otras ciudades del mundo.
De estas, destaca el Plan Estratégico de Derechos Humanos en la ciudad, lanzado en febrero de este año con el objetivo de impulsar, garantizar y defender los derechos humanos desde las políticas públicas locales.
Decide Madrid es una plataforma digital de participación ciudadana que ha movilizado a miles de residentes en proyectos que van desde la remodelación urbanística hasta la gestión del presupuesto municipal, sentando las bases para la participación directa de los habitantes en el gobierno de la ciudad.
Entrevistamos a Miguel Arana, Director del Área de Participación de Madrid, sobre la plataforma Decide Madrid y como esta permitió facilitar la participación ciudadana en la elaboración del Plan Estratégico de Derechos Humanos de la ciudad.
¿Qué es Decide Madrid y de qué modo se plantea desarrollar un modelo de democracia participativa en la ciudad?
Decide Madrid es la forma de intentar hacer que la ciudad responda de manera directa a lo que la gente quiere que sea la ciudad. Es una Plataforma que hemos puesto en marcha para llevar a cabo mecanismos de democracia directa: la gente nos propone cosas, decide cuál de estas hay que llevar a cabo y nosotros desde el gobierno las ponemos en marcha. En un momento en que la tecnología está tan avanzada sabemos que se puede hacer de forma muy sencilla: en esta plataforma hay propuestas, presupuestos participativos, procesos especiales…
¿Nos puede detallar un proceso específico de Decide Madrid, como la remodelación participativa de la Plaza España?
La remodelación de Plaza España ha sido un proceso muy importante porqué es una de las plazas simbólicamente más importantes para Madrid. Se decidió que una plaza tan importante había que remodelarla siendo la gente la que decidiese como tenía que ser. Se inició un proceso participativo muy largo, donde ha habido una primera fase en la que la gente ha respondido a una encuesta, donde definía cómo iba a ser la nueva plaza: ¿Queremos que sea verde? ¿Qué haya más plazas de aparcamiento o menos? Y sobre todo, lo más importante ¿Queremos que se remodele o no? Y luego los proyectos que presentan los arquitectos, la gente los pudo ir votando. Se han ido siguiendo estos pasos hasta que al final ha habido un último proyecto ganador decidido enteramente por la gente.
En los últimos meses, Madrid también ha aprobado un Plan Estratégico de Derechos Humanos para la ciudad ¿Cuál ha sido su enfoque y qué papel ha jugado la ciudadanía en su diseño?
El Plan de Derechos Humanos es un plan importante por la ciudad porqué parece que los derechos humanos sólo pertenecen a los grandes gobiernos y organizaciones, y en el fondo esto no acaba tocando la realidad de los derechos humanos de la gente. Se decidió que había que hacer un plan para la ciudad: ¿Cómo el gobierno de la ciudad puede hacer que en la práctica los derechos humanos se cumplan y respeten mejor? Así pues, se puso en marcha un plan participativo donde hubo reuniones con asociaciones y sociedad civil, así como con los técnicos del Ayuntamiento.
En Decide Madrid también tuvimos un espacio donde la gente podía introducir sus propias propuestas y votarlas junto con las propuestas que se decidían por parte del equipo técnico del Ayuntamiento. Finalmente, el borrador del plan antes de aprobarlo también se compartió en Decide Madrid para que la gente sobre el texto concreto pudiera decidir. Con todas estas aportaciones se ha llegado a un Plan que ya obedece mucho a lo que la gente quiere.
¿Qué relación tiene su experiencia con otros movimientos por la participación y los derechos humanos en la ciudad?
Lo que estamos viendo en el tema de la participación, y en que debe ser la gente la que decida como tienen que funcionar sus ciudades, no es algo que esté ocurriendo solamente aquí en Madrid, pues es algo que está ocurriendo en todo el mundo. Mucha gente que se lanza en las calles para reclamar independientemente de la situación local de cada país que ellos deben ser los que dirijan, que ellos deben ser los que tomen las principales decisiones. Es nuestra labor responder a este deseo, que es algo que no sólo se soluciona en Madrid, sino que pasa por el nivel global.
Entonces, nuestro planteamiento es diseñar todas las herramientas, en este caso, con recursos tecnológicos de software libre para que otras ciudades lo puedan coger e instalar, y que se creen realmente redes de trabajo. En balance, esto ha permitido que Decide Madrid, en muy poco tiempo, ya haya más de 35 ciudades que lo están instalando y utilizando.
Son ciudades por todo el mundo: ahora hace unos meses fueron Buenos Aires y Paris las que implementaron la plataforma, pero estamos trabajando con gente en Ecuador, México, Perú o en Países Bajos.