31/01/2013

Barcelona - Red anti rumores

 

La red antirumores creada por el Ayuntamiento de Barcelona en 2010 ha recibido desde su creación las felicitaciones de numerosas organizaciones internacionales por ser una buena práctica social. La idea es muy simple: facilitar argumentos a la sociedad para desmentir o contrarrestar las patrañas que corren de boca en boca en referencia a la inmigración.

Los inmigrantes copan las becas comedor, colapsan los servicios médicos, se quedan con la vivienda pública disponible, abren los comercios todos los días del año a cualquier hora... La red antirumores se encarga de combatir estos estereotipos utilizando datos objetivos y difundiéndolos a través de una red de activistas. La red cuenta con organizaciones y ciudadanos que voluntariamente reciben información y se encargan de difundirla. En el caso de Barcelona, ​​existen actualmente 114 organizaciones, desde asociaciones de vecinos hasta padres de escuelas de la ciudad.

Esta buena práctica ha sido reconocida como tal por la Unión Europea. La Open Society, el grupo de fundaciones que preside Georges Soros –que este año inaugurará sede en Barcelona– junto con el Consejo de Europa y la Obra Social de La Caixa, financiarán un programa de la Fundación ACSAR para extender esta práctica a cuatro ciudades de la Red Española de Ciudades Interculturales, que dirige el antiguo comisionado de inmigración del Ayuntamiento de Barcelona, ​​Daniel de Torres.

La Universidad Pompeu Fabra evaluará el desarrollo de este programa a través del grupo de investigación interdisciplinaria sobre la inmigración, que dirige Ricard Zapata, anterior director de la Red de Ciudades. "Hay mucha gente interesada en la estrategia. También en Latinoamérica nos han pedido asesoramiento sobre su funcionamiento", explica De Torres, que, tras dejar el Ayuntamiento al constituirse el nuevo gobierno de Xavier Trias, se incorporó al equipo de asesores del Consejo de Europa en materia de interculturalidad.

También otras ciudades europeas se han interesado por la estrategia desarrollada en Barcelona. La crisis económica ha disparado los conflictos interculturales. Las ciudades donde la convivencia entre diferentes se pone a prueba cotidianamente son especialmente sensibles a esta escalada. Helena Rojas es una ciudadana sueca de origen español que dirige el área de políticas de integración de Botkyrka, una ciudad del área metropolitana de Estocolmo en la que viven 87.000 personas. Un 54% de sus habitantes han nacido, ellos o sus padres, en otro país. Botkyrka se enfrenta a una gestión de la inmigración mucho más compleja porque ahora ya están haciendo frente a la tercera generación, es decir, los nietos, a los que parte de la sociedad sigue considerando ciudadanos ajenos. Debido a esta composición social, Botkyrka, explica Rojas, "es una ciudad donde se experimentan muchas políticas públicas sobre la interculturalidad. En este sentido, la experiencia de Barcelona nos resulta especialmente interesante porque también se han desarrollado políticas innovadoras como la red antirumores". "En parte –concluye Rojas– ver que ciudades como Barcelona son capaces de probar nuevas fórmulas con éxito nos hace pensar que no estamos locos ni solos, con lo cual se pueden encontrar soluciones". Miguel Esteban, el actual comisionado de inmigración del Ayuntamiento, subraya la importancia de que Barcelona sea capaz de exportar tecnologías sociales.

Para más informaciones, consulten la web de la red anti rumores: http://www.bcnantirumors.cat/

Fuente de la noticia: nouscatalans.cat