16/09/2021

En ocasión del Día Internacional de la Democracia, CGLU promueve una nueva generación para la democracia local participativa

Con motivo del Día Internacional de la Democracia, CGLU recopila voces de su membresía en todo el mundo proponiendo prioridades emergentes para reinventar la agenda global de la democracia local participativa. Lo hace basándose en el trabajo de su Comisión de Inclusión Social, Democracia Participativa y Derechos Humanos y del Observatorio Internacional de la Democracia Participativa.


Del Congreso Mundial de Durban al Pacto para el Futuro

Reunir las reflexiones de los gobiernos locales sobre cómo será la próxima generación de la democracia local participativa y cuál será su papel en este proceso de transformación ha sido una prioridad clave para CGLU desde hace tiempo.

En su Declaración de Durban, la membresía de CGLU se comprometió a abordar las tendencias globales en la década de la acción estando más apegados que nunca a los orígenes del movimiento y como guardianes de la democracia local.

La Conferencia del OIDP de Iztapalapa 2019 ofreció un primer espacio de intercambio para abordar estos objetivos en el marco de nuestra red, poniendo en valor también los enfoques del derecho a la ciudad y los derechos humanos.

A lo largo de la pandemia, el OIDP y la CISDPDH proporcionaron espacios de reflexión colectiva dentro de la comunidad de CGLU y el acervo de Durban, incluyendo el Manifiesto sobre Transparencia y Gobierno Abierto. Por un lado, estos debates se centraron en la evolución de las prácticas de democracia participativa dentro de las respuestas locales a la crisis. Por otro lado, también se abordaron los impactos de la crisis en los más vulnerables y excluidos, visibilizando los vínculos entre la democracia participativa, la igualdad urbana y la justicia territorial.

En el presente, CGLU pretende contribuir a la renovación del contrato social que deberá sustentar la nueva Agenda Común promovida por las Naciones Unidas a través de un Pacto por el Futuro, que se articula en torno a tres ejes: Personas, Planeta y Gobierno. El eje de Gobierno pretende definir el gobierno en partenariado, situando a las comunidades en el centro de los mecanismos de decisión para construir la paz y la prosperidad. La transformación del sistema internacional y el desarrollo de una nueva generación de multilateralismo son prioridades clave.

Compartimos los puntos de vista de nuestro liderazgo sobre estos temas que alimentan la agenda común. Comparte tu opinión con la CISDPDH y el OIDP en la conversación global de hoy utilizando la etiqueta #DiadelaDemocracia.

Prioridades emergentes que marcarán la agenda


Promover la democracia y los derechos humanos desde los territorios

El nivel y los actores locales son plataformas fundamentales desde donde proteger, renovar y promover la democracia participativa. Este hecho es clave para abordar los impactos políticos y sociales de la pandemia COVID-19, así como la crisis de la democracia en el largo plazo. Los entornos locales son espacios de adaptación, innovación e intercambio cruzado, donde las y los residentes construyen sus valores políticos basados en la convivencia y el autogobierno.

« Al comenzar la recuperación, no podemos olvidar que la accesibilidad universal es un derecho humano fundamental para promover una planificación urbana más equitativa y permitir que la recuperación después de la crisis sea una realidad para todas las personas. La accesibilidad para todos no es una prioridad nueva, pero creo que ahora es urgente »

Mohamed Boudra, Presidente de CGLU

« Como ciudades y regiones, estamos dispuestos a impulsar la transformación en la que creemos. Creemos en tomar decisiones de la mano de nuestras comunidades para promover agendas de paz, derechos humanos e igualdad. El cuidado debe estar en el centro de nuestro trabajo como alcaldes y alcaldesas, pero también en el centro de nuestros modelos de desarrollo: Dar voz a los sin voz, priorizar la vida y defender la solidaridad »

Ada Colau, Alcaldesa de Barcelona y Enviada Especial de CGLU ante la ONU

Abordar las desigualdades y la exclusión: No dejar a nadie atrás

Desde un buen inicio, las prácticas locales de democracia participativa han tratado de abordar desigualdades de todo tipo. La renovación de estas prácticas reconoce hoy formas de exclusión tanto irresueltas como emergentes, al tiempo que fomenta la participación de aquellos que menos participan, incorporando pues objetivos de inclusión. La adopción del enfoque basado en los derechos puede ayudar a los gobiernos locales a mejorar el impacto social de estas medidas.

« La participación es una característica fundamental de nuestra política de inclusión social. Nuestros proyectos de democracia participativa están especialmente dirigidos a fomentar la participación de las y los jóvenes y el desarrollo de las zonas urbanas más desfavorecidas. Integramos igualmente la asociación de migrantes en la formulación de políticas locales, para garantizar que nuestra relación con esta comunidad no solo se base en brindar apoyo, sino también en fomentar su compromiso cívico y su pertenencia a la ciudad »

Imen Ouardani, Concejala de Susa

« Debemos asumir que la migración no es nueva ni reversible y que los flujos migratorios aumentarán en los próximos años. De hecho, los gobiernos locales y regionales desempeñan un papel crucial a la hora de apoyar la inclusión de los migrantes y de eliminar las barreras que impiden su contribución al tejido local y garantizar que se les considere como nuestros vecinos »

Carola Gunnarsson, Alcaldesa de Sala y Vicepresidenta de CGLU para Europa

Lograr territorios equilibrados y con justicia espacial: Ningún territorio atrás

Para que todo el mundo pueda acceder a los distintos mecanismos de democracia participativa en igualdad de condiciones, estos se implementan progresivamente de forma descentralizada. Así, todas las zonas de la ciudad, especialmente las más desfavorecidas, pueden acceder a los canales de participación. Esto se vincula con procesos de mejora urbana participativa. A menudo da lugar a un reequilibrio de los recursos que permita atajar mejor las desigualdades espaciales intraurbanas.

« ¿Cómo podemos motivar a todo el mundo a participar? Nuestra experiencia de presupuesto participativo se basó en el trabajo a nivel de vecindario y comunidad, así como en la descentralización de los procesos de deliberación. Fue solo al finalizar el proceso que celebramos una reunión final que reunió a representantes de todos los barrios »

Achille Azemba, Teniente de Alcalde de Douala 3

Ser parte de una cultura de participación: Construir ciudadanía

Participar en los asuntos públicos y la vida local en general es una vía para construir ciudadanía y conciencia política entre las y los residentes. El nivel local es un espacio fundamental para el fomento de la cultura de participación a nivel social,  basada en valores de respeto a la diferencia y celebración de la diversidad. Hay múltiples formas de reconocer el compromiso cívico de las y los residentes. En general, estos esfuerzos son clave para combatir el populismo y la desmovilización.

« Necesitamos una amplia perspectiva cultural, diálogos más profundos sobre la relación entre la humanidad y la naturaleza, sobre la investigación y la evidencia científica, sobre el tiempo y los recursos que dedicamos a la cooperación y la solidaridad. Esto puede ayudarnos a curar las heridas del pasado y marcar el camino hacia sociedades creativas »

Uğur İbrahim Altay, Alcalde de Konya y Copresidente de CGLU

« Adoptamos un enfoque afirmativo de la democracia participativa, fomentando que los residentes que tienden a participar menos se unan a espacios de compromiso cívico. Para ello, creamos mecanismos de participación dirigidos a colectivos específicos, adaptamos nuestra estrategia de comunicación para reconocer las diversas necesidades de nuestros vecinos y establecimos partenariados más sólidos con asociaciones que trabajan en derechos humanos a nivel local. Nuestra comprensión de la participación está entrelazada con la de la educación en derechos humanos y la ciudadanía plena »

Emmanuel Carroz, Concejal de Grenoble

Renovar la confianza de la ciudadanía: Gobiernos que rinden cuentas

Hoy en día, las instituciones democráticas se enfrentan a retos de legitimidad excepcionales causados por procesos políticos, sociales y tecnológicos disruptivos. Introducir prácticas de democracia participativa puede ayudar a renovar la confianza de las y los residentes en sus gobiernos, al tiempo que se refuerzan las vías para rendir cuentas. Los gobiernos locales son una plataforma ideal para promover este plan de acción, dada su proximidad a las prioridades de la ciudadanía.

« Las discusiones políticas deben comenzar en el ámbito local y cerca de la ciudadanía. Aunque la pandemia haya exacerbado las desigualdades y tenido un gran impacto sobre las agendas gubernamentales, también ha abierto muchas oportunidades para trabajar con la sociedad civil y los residentes »

Johnny Araya, Alcalde de San José y Copresidente de CGLU

« La Regencia de Wonosobo introdujo una ley regional de derechos humanos que permitió impulsar mecanismos de democracia participativa. Esto permite que los representantes del gobierno regional y los residentes entablen diálogo, incluidos representantes de diferentes áreas y grupos vulnerables. La pandemia nos enseñó a adoptar un enfoque afirmativo »

Fahmi Hidayat, Director de Derechos Humanos de Wonosobo

Integrar la accesibilidad: Cuidar de que todo el mundo pueda participar

Los gobiernos locales cuentan con experiencia en la creación de instituciones específicas dedicadas a fomentar la participación, especialmente de aquellas personas o grupos con más dificultades para participar en los asuntos públicos (migrantes, jóvenes, mujeres). Estos esfuerzos incorporan cada vez más enfoques universales y de cuidado para que ningún residente se quede al margen de los asuntos públicos debido a barreras administrativas, sociales o económicas.

« Debemos superar las barreras estructurales a la participación en la toma de decisiones. Para ello, este proceso debe ser holístico y disponer de mecanismos inclusivos »

Madelaine Alfelor, Alcaldesa de Iriga y Tesorera de CGLU

« El desarrollo de mecanismos de democracia participativa local permitió a nuestro gobierno local identificar realidades sociales ocultas, así como formas alternativas con las que abordarlas. Por lo tanto, nos dimos cuenta de la importancia de poner en marcha mecanismos que ayuden a todos a participar. Sin embargo, primero debemos reconocer cómo no para todo el mundo resulta fácil el acceso a estos mecanismos »

Ilhem Ben Sala, Concejala y Presidenta del Consejo Municipal por la Democracia Participativa de L’Ariana

Encontrar puntos de encuentro con la auto-organización de las y los residentes

El derecho a la ciudad es un marco inspirador que permite reconocer iniciativas de participación alternativas a lo institucional e impulsadas “desde abajo”. Los canales formales e informales de participación pueden beneficiarse del potencial de estas iniciativas para movilizar los esfuerzos de las y los residentes para mejorar el entorno urbano y los programas de cuidado. Hay muchas formas en las que los gobiernos locales pueden brindar apoyo a estas iniciativas: ofreciendo reconocimiento o apoyo material, introduciendo estándares democráticos...

« Los funcionarios del gobierno local se enfrentan a la desconfianza de muchos residentes. Tenemos que trabajar dentro de la institución para abordar esto, pero también fuera de ella. Tenemos que asegurar una relación equilibrada con todas las asociaciones e iniciativas de base, para que nadie pueda afirmar que su voz es más importante que la del resto. También se trata de mejorar nuestra cultura democrática. Ayudar a los residentes a tomar consciencia de su derecho a opinar sobre cómo debería ser la ciudad o cómo podríamos llegar allí. La participación puede ayudar los residentes a ganar confianza y autoestima »

Rocio Lombera, Directora de Participación de Iztapalapa

Asegurar una transición digital inclusiva y accesible

La pandemia impulsó la transición digital como alternativa a los espacios de participación presencial. La innovación digital permite alcanzar públicos más amplios y mejora la rendición de cuentas. Sin embargo, no puede reemplazar la función social de los espacios físicos de participación (accesibilidad, socialización…). La participación digital debe abordar con firmeza la brecha digital y basarse en el código abierto para garantizar transparencia y estándares no comerciales.

« Reconocemos nuestra agenda de gobierno como moderna, sostenible y feminista. Estamos a favor de los datos abiertos y de rendir cuentas mediante los canales digitales. Sin embargo, debemos ser conscientes de que estas herramientas también pueden reproducir desigualdades y beneficiar solo a grupos sociales específicos. En América Latina, la brecha digital es tan grande que no podemos basar un proceso de democracia participativa solo en la participación en línea. De hecho, creo que nuestra prioridad debería ser recuperar las calles y la participación en el espacio público por su función social »

Fernando Collizoli, Director de Relaciones Internacionales de Quilmes

« A medida que comenzamos la fase de recuperación, debemos asegurarnos de que las tecnologías digitales dejen de ser vistas como mercancías y pasen a ser consideradas bienes comunes; bienes públicos que pertenecen a todos.  Las ciudades y regiones inteligentes que necesitamos solo serán posibles a través de ciudadanos empoderados »

Jan Van Zanen, Alcalde de La Haya y Copresidente de CGLU

Abordar la emergencia climática con justicia climática

Está claro que estamos empezando a aprender a vivir con la emergencia climática y que esto afectará especialmente a los más vulnerables: cómo y dónde viven en la ciudad. La democracia participativa puede ayudar a atraer más atención a las necesidades de estas comunidades de acuerdo con estándares de justicia climática. También puede ayudar a canalizar la movilización a favor de la acción climática y legitimar las agendas locales sobre la transición ecológica.

« Tenemos que transformar nuestros modos de vida, nuestros patrones de consumo y producción, al tiempo que protegemos nuestros bienes comunes para las generaciones actuales y futuras. Tenemos que cambiar la mentalidad y la relación con nuestro entorno y los ecosistemas naturales. Esto significa que los procesos de recuperación tienen que contar con nosotros, los gobiernos locales y regionales, en diálogo con las autoridades nacionales y mediante una relación diferente con el sistema multilateral »

Li Mingyuan, Alcalde de Xian y Copresidente de CGLU

« Las ciudades son en gran parte responsables de la crisis climática ... Esto significa que deben asumir un papel de liderazgo en la mitigación y adaptación. Muchos gobiernos locales están tomando medidas innovadoras en este sentido. La participación ciudadana debe ser una herramienta de transformación al servicio de esta lucha. Debemos coordinar y estimular la inteligencia colectiva para construir ciudades y territorios más sostenibles y, al mismo tiempo, concienciar a la población y a los líderes políticos ».

Marc Serra, Concejal de Barcelona

Ubicar democracia y derechos en el corazón del desarrollo sostenible

Al adoptar la democracia participativa y los derechos humanos como prioridades políticas y principios rectores para la acción local, los gobiernos locales llevan a cabo una apuesta en firme a favor del tipo de mundo en el que queremos vivir y cómo podemos avanzar hacia él. La co-creación, el autogobierno, la inclusión, la igualdad y la diversidad son valores fundamentales para garantizar una implementación plena y coherente de la Agenda 2030. Los actores locales están dispuestos y pueden brindar una contribución significativa a este objetivo.

« Es responsabilidad del sistema internacional reconocer las dificultades a las que nos enfrentaremos y contribuir a la transformación hacía un sistema interurbano que aproveche la fuerza de nuestros territorios y que pueda contribuir, a través del diálogo entre las esferas de gobierno, a la próxima generación de multilateralismo »

Thembisile Nkadimeng, Copresidente de CGLU

« La participación ciudadana es un ideal central de cualquier sistema político democrático, aunque este ideal cambia con el tiempo. En la actualidad, existe una necesidad urgente de repensar nuestras suposiciones sobre la representación y abordar la creciente desconexión que muchos residentes sienten con la democracia. Para comprender las necesidades de estos ciudadanos insatisfechos, primero debemos acercar la administración pública a sus puertas a través de redes de proximidad. Debemos entender sus razones y luego co-crear soluciones. Debemos aprender a hacerlo: las ciudades son escuelas de democracia; lugares donde la cuidamos todos los días con palabras, pero también con acciones »

José Manuel Ribeiro, Alcalde de Valongo