En vistas de las audiencias informales de Hábitat III celebradas en Nueva York entre los pasados 6-7 de junio, la Coalición Internacional por el Hábitat (Habitat International Coalition, HIC), la Alianza Internacional de Habitantes (International Alliance of Inhabitants, IAI) y la Red Hábitat (Habitat Netz) publicaron una carta abierta a las partes de la Conferencia de Hábitat III, recordando la necesidad de un cambio sustancial de paradigma en el modo como construimos la ciudad. Para ello, los autores de la carta invitan a resituar la cuestión de la vivienda y de los Derechos Humanos en el corazón de la Nueva Agenda del Hábitat, a través del impulso de medidas capaces de limitar la financiarización de las ciudades.
“Sólo es posible conseguir ciudades para la gente con un claro compromiso en gasto público y con participación popular”
Esta declaración se basa en la identificación de las carencias del primer borrador de la Nueva Agenda del Hábitat (el Zero Draft), esencialmente en relación al derecho a la vivienda.
Después de recordar que la Nueva Agenda tiene que ser del Hábitat y no sólo urbana, colocando el derecho a la vivienda en el centro de la preocupaciones, los autores de esta carta afirman que el borrador de la Agenda carece de debate sistémico alrededor del rol creciente de las corporaciones transnacionales, los fondos de inversión privados y la titularización de la vivienda, entre otros, en el desarrollo urbano. Tampoco incluye referencia a los necesarios instrumentos para una regulación social del mercado inmobiliario, y, específicamente, al control de los precios de alquiler como herramienta para asegurar la seguridad de la tenencia y el derecho a la vivienda. Además, en el ámbito de los la fiscalidad, haría falta una estrategia más desarrollada hacia una sistema efectivo y justo de gravamen de las transacciones de propiedad y de los ingresos derivados de rentas. Esto sería efectivo para reducir la especulación y la gentrificación y, al mismo tiempo, para redistribuir les recursos en beneficio de las necesidades habitacionales.
La carta abierta también destaca el hecho que el zero draft tampoco incluye la centralidad que en Hábitat I y II tuvieron los compromisos para con el cumplimiento de los Derechos Humanos y las consiguientes obligaciones de los Estados –esto es particularmente cierto en relación al derecho a la vivienda, enraizado en instrumentos internacionales de Derechos Humanos. En paralelo, se destaca el hecho de que ninguna de las recomendaciones de la Agenda Hábitat III tendrá éxito si las condiciones macroeconómicas y las políticas de austeridad actuales se mantienen: sólo es posible conseguir ciudades para la gente con un claro compromiso en gasto público y con participación popular.
Hacia un cambio sustancial de paradigma
La carta reconoce los importantes avances del borrador que son el reconocimiento de una fiscalidad fuerte basadas en medidas de recaudación de las riquezas creadas en la ciudad, el reconocimiento del derecho al agua, la necesidad de crear programas de vivienda sustanciales y la apuesta por un sistema sólido de gobernanza del suelo. Sin embargo, todo ello debe reflejarse en un auténtico “cambio radical de paradigma” de desarrollo urbano que el actual texto – aunque reconoce- no concreta, y que debe hacer frente a un sistema macroeconómico adverso y a la impunidad y la tolerancia respecto a los conflictos violentos, las ocupaciones y las guerras, así como la desigualdad. A tal fin, los autores proponen tres principios sobre los que fundamentar este cambio de paradigma:
- Los derechos humanos sociales como motores del cambio para conseguir ciudades para todo-a-s, lo que implica luchar contra la exclusión y garantizar un acceso equitativo a los recursos.
- El buen-vivir, los derechos humanos y unos niveles de vida adecuados para todos como objetivos internacionales que den lugar a obligaciones de los Estados en relación a la regulación de los mercados y la provisión de los servicios y las infraestructuras que éstos no son capaces de proveer.
- Asentamientos humanos sostenibles, resilientes y sociales como compromisos de políticas integradas a todos los niveles.
Se puede leer la carta abierta completa en inglés a través del enlace de más abajo. También es posible consultar la Declaración de México sobre Finanzas Locales y Derecho a la Ciudad, adoptada en marzo de 2016, que incluye recomendaciones para la Nueva Agenda Mundial contra la financiarización de las ciudades.