El pasado 6 de abril, el alcalde de Gwangju y co-presidente de la CGLU-CISDPDH, Lee Yong-sup, celebró una consulta sobre la crisis de Myanmar. La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y la Alcaldesa de Barcelona y Enviada Especial de CGLU ante la ONU, Ada Colau, participaron en la reunión para compartir la visión de la OACNUDH y de CGLU respectivamente. La Declaración de CGLU sobre Myanmar fue representada por la Secretaria General Emilia Sáiz. Las participantes acordaron seguir explorando sinergias que permitan mostrar el papel de los gobiernos locales en la promoción de la solidaridad y la resolución de la crisis en base a los derechos humanos y el respeto al Estado de derecho.
Las personas participantes destacaron el papel de los gobiernos locales a la hora de impulsar iniciativas de solidaridad, centradas especialmente en visibilizar la situación de las comunidades locales y de aquellas personas más afectadas por las violaciones de los derechos humanos. Se consideró esencial reforzar la articulación de toda expresión de solidaridad en torno a los esfuerzos regionales y de la ONU ya existentes para superar la crisis. Se trata de encontrar una solución pragmática antes de que la situación empeore. Los gobiernos locales pueden contribuir a mostrar los retos de los actores locales y defensores de los derechos, así como su contribución positiva en la resolución del conflicto.
La Alta Comisionada Bachelet elogió los esfuerzos de los gobiernos locales para proteger los derechos humanos tanto a nivel local como a nivel internacional. Argumentó que estos tienen un papel importante que desempeñar en la búsqueda de soluciones a la crisis y en el apoyo a las comunidades locales de Myanmar. El alcalde Lee compartió los esfuerzos realizados por el gobierno de su ciudad y por la ciudadanía de Gwangju para expresar su completa solidaridad con el pueblo de Myanmar. Se trata de una crisis de derechos humanos con muchas similitudes con la brutal represión de la ciudadanía de Gwangju durante la revuelta democrática de Mayo de 1980. La alcaldesa Colau destacó que los gobiernos locales están dispuestos a articular sus iniciativas de solidaridad y en favor de los derechos humanos y la democracia, apoyando para ello la labor del sistema multilateral.
Como recordó la Secretaria General Sáiz durante la reunión, resulta fundamental basarse en la iniciativa de las ciudades campeonas en derechos humanos (como Gwangju) para impulsar la contribución municipalista en la resolución de la crisis. CGLU tratará de reflejar la experiencia y los puntos de vista de toda su membresía, especialmente aquella regional, para ampliar los consensos. En este sentido, el director del Instituto Raoul Wallenberg, Morten Kjaerum, sugirió una mejor articulación entre la membresía de CGLU y los gobiernos locales participantes en el Foro Mundial de las Ciudades de Derechos Humanos de Gwangju para dar más fuerza a estas iniciativas de solidaridad. Éstas deberían aspirar a recordar al pueblo de Myanmar que no está solo y que no ha sido olvidado.
Bajo el liderazgo de su co-presidencia de Gwangju y de otras ciudades de derechos humanos, la CGLU-CISDPDH dará seguimiento a esta reunión con el objetivo de desarrollar una posición compartida. Se abordará el empeoramiento de la situación de los derechos humanos en Myanmar y se recordará cómo el uso indiscriminado de la fuerza está afectando especialmente a la población civil y a las personas desplazadas. Instará a la comunidad internacional - y a las ciudades de derechos humanos en particular - a explorar canales disponibles que permitan ayudar a poner fin a la represión y a restablecer el orden democrático y el estado de derecho.
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